miércoles, 15 de mayo de 2013

Una persona honesta



A veces leyendo el Facebook te llegan noticias que te hacen pensar y te emocionan. Ésta es una de ellas:

Todo ocurrió en una carrera de Cross en Navarra  a principio de diciembre del año pasado.  El atleta keniano, Abel Mutai, medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, estaba a punto de ganar la prueba cuando confunde el tramo final de la competición, creyendo haber ganado y con algunos metros por recorrer, aflojó totalmente el paso y, relajado, comenzó a saludar al público creyéndose vencedor. Iván Fernández Anaya, que venía segundo, al ver que se equivocaba y se paraba metros antes de la meta, no quiso aprovechar la ocasión para rebasarlo y ganar. Se quedó atrás de él, y con gestos para que la entendiera y casi empujándolo, llevó al keniano hasta la meta, dejándolo pasar por delante.

Iván Fernández Anaya, corredor español de de 24 años afirmó al terminar la prueba: "Aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el Europeo, no me habría aprovechado. Creo que es mejor lo que he hecho que si hubiera ganado”.
La verdad es que gestos como éste te devuelven la esperanza en el Ser Humano. Vivimos en un mundo en el que justamente se valora todo lo contrario: Ser el mejor a cualquier precio. Y esto no sólo pasa en el mundo del deporte, sino que se puede extrapolar a cualquier ámbito de la vida social y política, donde parece que todo vale para intentar ser el más poderoso y el más rico, aunque para ello haya que dejar atrás valores como la honestidad, la humildad y la honradez.  ¡ Bravo por ese corredor que no quiso ganar porque no sintió que lo mereciera ¡






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