FUERZAS QUE IMPULSAN EL CAMBIO
Este capítulo acerca de los museos
llamado “fuerzas que impulsan el cambio”, analiza el cambio que han dado los
museos alrededor del mundo y especialmente en
Londres y en Nueva york. El autor nos habla de la función que deben de
desarrollar los muesos dentro del cambio cultural al que asistimos: “una clara
función social”.
El visitante actual a la hora de
visitar un museo o galería cada vez busca más la adquisición de conocimientos a
través de una interacción con los objetos u obras expuestas. Sin no se cumple
este objetivo los museos no resultan atractivos.
Para que los museos y galerías puedan
ofrecer experiencias gratificantes a sus visitantes, deben realizarse una serie
de cambios conceptuales en los mismos. Pues bien, en este capítulo el autor
pasa examen a una serie de fuerzas que van a favorecer este cambio y que los
museos dejen de ser sitios aburridos y obsoletos. Entre estas fuerzas se
encuentran:
1) La ampliación del papel educativo
tradicional del museo.
2) La necesidad de centrarse cada vez
más en las necesidades del usuario.
3) Dotar a los museos de una mayor
competencia y responsabilidad en su gestión.
En resumen, con esta obra el autor nos da unas pautas utilizando ejemplos prácticos para ayudar a los museos y galerías a examinar las formas en las que estos puedan desarrollar sus funciones comunicativas y educativas que son en si las razones de su existencia.
COMO PODEMOS DESARROLAR LA ANIMACIÓN COCIOCULTURAL
DENTRO DE LOS MUSEOS
Existe una necesidad de que los museos del siglo XXI experimenten unos
cambios con el objetivo de captar al público y que este a través de la
participación e interacción con lo expuesto quede plenamente satisfecho y salga
con la sensación de haber adquirido nuevos conocimientos al realizar su visita.
El problema que ahora nos planteamos es como se puede lograr este objetivo.
La mayoría de los museos actuales
tienen como objetivo un público adulto y ésta es la primera equivocación que
comenten: el público infantil es un gran consumidor de cultura tanto dentro del
ámbito familiar como del escolar (cada vez se organizan más visitas culturales
dentro de las escuelas).
Por otra parte el público infantil de hoy será el público adulto de mañana.
Si para los niños el hecho de visitar un museo le resulta algo divertido y entretenido, es lógico pensar que en el futuro asistirán también como adultos y tendrán la misma actitud con sus hijos.
Es aquí donde entra en juego el
concepto de Animación Socio Cultural que vamos a intentar desarrollar a
continuación con algunos ejemplos y propuestas.
En primer lugar dar una
mayor importancia a la ambientación en general adecuándola al tema expuesto.
Esta ambientación se puede realizar tanto en cuanto a decoración en general:
mobiliario, objetos, utensilios… como a escenificaciones reales: personajes
vestidos de acuerdo con la época y objetos representados que nos pueden servir
como introducción y nexo de unión con la exposición.
No hay que olvidar que teniendo como
objetivo un público infantil, las exposiciones de los museos deben de ser
fácilmente visibles para ellos así como tener la posibilidad de hacer muchas
preguntas y que pueden ser contestadas.
Cada vez existen más pequeños museos
comarcales cuyo cometido es divulgar y estudiar aquellos hechos Socio Culturales más relevantes, de un
pasado más o menos remoto, y que han sido de singularidad en devenir histórico
de una región o comunidad.
Por regla general suelen tratarse de
colecciones sobre temas muy concretos que tratan de rescatar y registrar
aspectos culturales y actividades cotidianas de una determinada región para
resaltarlas y divulgarlas: museo del juguete, museo del arroz, museo del
ferrocarril, museos navales, etc.
Es un hecho que los centros de
exposiciones científicas han tenido y tienen mucho éxito. La posibilidad de
tocar, probar y experimentar es algo que agradece el visitante. Este concepto
es el que tenemos que trasladar a los museos convencionales. Siempre dentro de
un marco de seguridad tanto para el visitante como para la obra expuesta.
Así por ejemplo, en el
caso de un museo textil el público pueda manejar un telar, adquirir piezas
textiles, y hacer un recorrido por la historia del vestido a través de
figurantes que las escenifiquen.
Otro ejemplo podría ser un museo del
arroz en una zona productora como Valencia, donde se pueda a hacer un recorrido por los campos de la Albufera
para observar según en la época de que se trate su siembra, crecimiento, o
recolección. Visitar los molinos donde se muele y acabando con su envasado.
Pudiendo adquirir muestras a precios
bastante reducidos e incluso poder degustar una comida típica como es la paella
en una barraca valenciana.
En los museos clásicos de arte:
pintura, escultura, obra gráfica etc, la interacción con los mismos la podemos
desarrollar en primer lugar apoyándonos en medios audiovisuales, que nos puedan
ofrecer una visión de la época o del autor al que se refiere la exposición.
Las visitas pueden ser guiadas por
personal experto y que a través de su caracterización y vestimenta nos vaya
introduciendo en la época.
Destinado al público en
general y en concreto al infantil se podrían realizar talleres de pintura, escultura,
que intentaran reproducir las obras expuestas y que incluso pudieran destinar una pequeña recompensa al esfuerzo de los
chavales.
CONCLUSIÓN
Los museos del futuro deben de
tener un claro objetivo: proporcionar
conocimientos a través de experiencias gratificantes para su público de forma
que este no se arrepienta de su visita y le cree una necesidad de visitar otros
museos.
Los nuevos museos tendrían que
mirarse en el espejo de lo conseguido por la industria del ocio. Los entornos
temáticos han tenido una gran aceptación al fusionar la cultura con el ocio,
ofreciendo una seria de experiencias lúdicas como ir de compras, diversión,
comidas, etc a la vez que nos ofrecen conocimientos. Se trataría de que los
museos sean sitios vivos y divertidos, en definitiva lo suficientemente
atractivos para que la gente destine en ellos su tiempo de ocio.
Finalmente los museos
deben ser una buena oportunidad para el animador sociocultural. Este debe de
jugar un papel muy importante en las actividades que organicen, desarrollando
de forma conjunta con la dirección de los museos aquellas actividades que se
consideren oportunas con el fin de alcanzar aquellos objetivos.